Los MC's americanos tratan los problemas sociales y políticos de muchas formas. Algunos viven en un micromundo artístico de metáforas, <<wack MC's>>, scratches y apenas salen de ahí. Manteniendo puro el arte como ellos dirían (no diría yo lo mismo) pero sin mirar al mundo exterior.
Otros raperos cuentan sus historias con el ghetto como escenario. Violencia, madres adictas al crack que cuidan ellas sólas de sus hijos, pobreza, etc. Por otro lado tenemos a una serie de raperos que prefieren soñar con joyas, cochazos y mansiones. Para algunos estos sueños son realidad, para otros son una mera forma de evasión. No son pocos los raperos que en America tienen que alquilar joyas para grabar sus videos.
Por último tenemos a un tipo de MC's que miran a los problemas de frente, convirtiéndolos en el tema principal de sus letras, buscando responsables y a veces proponiendo soluciones.
Dead Prez (
Sticman y
M1) es uno de estos grupos. En el 2000 se dieron a conocer al gran público con
"Lets Get Free", un álbum que dio mucho que hablar por sus letras, evidentemente diseñadas para levantar ampollas. Sobre todo hizo daño en la sociedad americana, tan aficionada a la corrección política, el uso frecuente que hacían de la palabra
"cracker", forma despectiva de referirse a los blancos. La polémica generada les convirtió en el dúo más importante del rap político en la actualidad, superando en fama a grupos como
Public Enemy, que a pesar de seguir activos, no alcanzan la difusión que ahora mismo tienen Dead Prez.
Desde el 2000 ha llovido mucho y la espera de nuevo material del dúo de Florida se ha hecho larga. Ante los continuos retrasos que han habido para la publicación de este R.B.G. y para evitar caer en el olvido, el grupo sacó
"Turn Off The Radio Vol. 1" y
"Turn Off The Radio Vol. 2 (Get Free Or Die Tryin)". Con temas antiguos, freestyles y alguna canción nueva, estas recopilaciones se agradecieron, pero no alcanzaban el nivel de un álbum tradicional.
Por fin en marzo del 2004 llegó
"Revolutionary But Gangsta". Un disco con letras que siguen en la línea habitual del grupo, con críticas brutales a la policía (
"I Have A Dream, Too"), historias sobre la vida de las clases explotadas y el dinero que el gobierno les roba mediante impuestos (
"W-4") o ataques a la radio comercial (
"Radio Freq"). Y si en su primer disco incluían un tema sobre la alimentación sana, ahora recomiendan hacer pesas en
"50 in the Clip". Respecto al tono de las canciones, muchas son temas agresivos con los que intentan despertar la conciencia de la gente.
"Walk Like A Warrior" es un ejemplo, que cuenta además con la colaboración de
Krayzie Bone, y algo parecido ocurre con
"Hell Yeah", primer single (con rimas de
Jay-Z). Otras pistas del CD son más tristes, como el ya mencionado
"W-4" o
"Fucked Up" que trata el tema del alcoholismo. Esta variedad en los ritmos de los temas ayuda a que el disco sea perfectamente digerible.
El álbum tiene, no obstante, un par de fallos. El primero es su duración. Contiene 14 temas, pero de ellos 2 son intro y outro, y otros 2 son remixes de
"Hell Yeah". Sin contar los remixes, es algo más de media hora de música. Demasiado poco para los que llevábamos años esperando nuevo material del grupo.
Por otro lado, el lado musical de este trabajo no es comparable al primer disco. En
"Lets Get Free" la música era impresionante, con unas producciones que daban mucha más fuerza a unas letras que ya de por sí llamaban bastante la atención. Esa simbiosis entre letras y música hizo de ese disco un clásico.
"Revolutionary But Gangsta" tiene unas bases más discretas. Sin ser malas, no tienen la personalidad de las del primer disco, ni serán recordadas del mismo modo cuando pasen unos años. Sin embargo, como dicen, las comparaciones son odiosas, y en este caso más. Conviene olvidarse de
"Lets Get Free" antes de ponerse a oir RBG si queremos disfrutar plenamente del nuevo disco.
Pero no hay que equivocarse. Con sus fallos, Dead Prez siguen siendo el máximo exponente del rap político en Estados Unidos, y uno de los mejores grupos de la costa este. No se les puede exigir que hagan de cada trabajo un clásico, pero la calidad con ellos está garantizada, en colaboraciones o en discos como este
"Revolutionary But Gangsta".